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Algún día tendré el mar como ventana

Mensaje en una botella

Mensaje en una botella

Recuperar la palabra perdida. Últimamente no puedo escribir de nada que no sea de mí mismo. De mi angustia, mi soledad, mis dudas... Y me sé terriblemente aburrido. ¿ A quién puede importarle que sigo sin resolver mis temas pendientes, sin acabar con mis miedos, sin asumir mis límites...?
He visto que me visitas desde América ¿cómo has llegado hasta mi?. Si algún día hubiera puesto un mensaje en una botella y lo hubiera lanzado al mar habría tenido infinitamente menos posibilidades de que desde la otra orilla del océano lo encontraras.
La Web es un mar que nos acerca.
Me gusta. Me sorprende y me gusta. me hace sentirme menos solo.
No sé que piensas de mi, si te gusto o te disgusto, si sientes curiosidad o hastío, pero el solo acto de leerme te hace cómplice de mis pensamientos.
¡Cuánto me gustaría ver tu rostro mientras me lees!
Yo también leo mensajes al azar. Y comparto los pensamientos de quien los pone en este océano virtual. Pero nunca los contesto personalmente. No me atrevo.
¿Tú lo haces?

De "Cuaderno de campo"

De "Cuaderno de campo"

¿Quién ha contado ese chiste
para que el pater se ría?
Es feliz, melomanía
de sonidos guturales.
El sol entre los trigales
juega con unas hormigas;
altiva y sera la espiga
enamora a un caracol.

Y yo, imagino madrigales

* * *

Quisiera plantar mi tienda
y descansar mi fatiga.

Hay fragancia de silencio
en la tarde que se muere.
Un soldado que no quiere
hablar con nadie
se va.
Justo enfrente, en el rosal
se aman dos caracoles.
Las estrellitas son soles
cenicientos de amargura.
Y la luna
nadie sabe donde está

* * *

El viento besa mi rostro
y él mismo me trae el suspiro
de las jaras y los brezos
( el campo huele a romero)

El coche del caìtán
parece un extraño onsecto
con las antenas del radio
saliendo por las ventanas
(huele a polvora quemada)

Por el cielo un avión
(una paloma quizás
con el cuerpo de latón?)

* * *

De "Primeros poemas"

De "Primeros poemas"

Cuando llegue el otoño
y se vista de oro
el árbol de tu calle,
yo estaré bajo él
esperando que pases.

Y si pudiera,
del árbol de tu calle,
una alfombra de oro
yo te tejiera

* * *

Borracho de notas,
vagando en un sueño,
sueño que me quieres
y que soy tu dueño.

Y la tarde que se enreda
en la dulce maraña
de tus cabellos
roba de tus sienes
su color de oro viejo.

* * *

Bueno,
llegó la hora.
¡Si tenía que ocurrir!

Ni tuviste tú la culpa
ni puedes culparme a mi.
Pero ha llegado el momento.
¡Si tenía que ocurrir!

* * *

Todos los pueblos tienen la misma luna

Todos los pueblos tienen la misma luna

Inongo es un camerunés a quien he conocido recientemente. Lo encontré en un congreso sobre Literatura de Tradición Oral donde participaba como narrador. Con voz profunda nos traía las historias que las madres y las abuelas cuentan a los niños en África; las historias que pasando de generación en generación transmiten las enseñanzas, la cultura, la hitoria de los pueblos africanos.

Con estas historias, los niños aprendían lo que está bien y lo que está mal, a distinguir y reconocer aquello de lo que hay que guardarse, la explicación sobre los orígenes del mundo, de las montañas junto a su aldea, de los animales que les rodean.

Y, al contar, Inongo acompañaba su relato con suaves melodías con las que entablaba un diálogo cómplice con los que escuchaban sus historias. Y vi cómo según iba desgranando sus relatos,la sala iba identificándose cada vez más con el narrador, reconociéndose en aquellas historias, descubriendo rasgos comunes entre dos culturas, aparentemente tan diferentes y lejanas.

Hasta que fuimos comprendiendo que, aquello que nos unía, era el mismo gusto ancestral y común a todos los pueblos, de sentarse a escuchar historias que, madres y abuelas de distinto color y distinta raza, cuentan a quien quiere oirlas a la luz de la misma luna para todos.

Las guerras nunca son santas

Las guerras nunca son santas

Desde los tiempos más remotos el hombre ha luchado contra otros hombres buscando de arrebatarle algo: sus mujeres, sus tierras, sus riquezas... Donde hay uno que intenta apoderarse de lo ajeno siempre hay otro que lucha por evitarlo.

Nos han dicho que hay guerras santas, guerras justas, guerras justificadas o justificables. Se justifican porque se supone que el agresor no busca el bien propio sino el ajeno: librar de la opresión al oprimido, del error al engañado, de la ignorancia al ignorante.

Últimamente alguien ha inventado la "guerra preventiva", la que se hace para evitar que haya guerra. O algo así. En un intento de justificar lo injustificable y con la confianza de que el pueblo llano no piensa, que los medios de comunicación son suficientemente poderosos como para acallar las conciencias y las voces de los "disidentes".

Pero yo sé que ninguna guerra es santa. No lo fueron las que se hicieron en nombre de Dios (sea el dios que sea y tenga el nombre que tenga), ni las que se hicieron en nombre de la "civilización", ni de la justicia... Ninguna guerra es justificable sino la que se hace para defenderse de la agresión ajena.

Menos aún, cuando en nombre de Dios o de la justicia, cuando en nombre de los inocentes se diseña la invasión de un pueblo al mismo tiempo que se organiza el reparto del botín y se aceptan pujas de las empresas que deberán encargarse de la "reconstrución" de ese pueblo al que se va a invadir para "liberarlo". Hoy ya no valen las mentiras.

Lástima que, sin embargo, nos quede sólo la palabra, la queja y la pancarta.
Y las urnas. Todavía nos quedan las urnas.

Plazuela del agua

Plazuela del agua

Cae la tarde en el tópico
y se hace violeta. Grisean
los campos cercanos. La vida
se refleja en el cristal de la ventana.
Huele a café reciente.
Tu perro sube y baja las escaleras,
banda sonora de cascabel al cuello,
y llegan, quedamente, las risas de los niños
en la calle.
Suspiro aliviado. La rutina
admirable que devuelve el sosiego
y reconforta el alma.

Imagen detenida

Imagen detenida

Sobre el fuego, el añil
y el blanco celaje.
Sobre el herbal naranja que peina el viento,
tu sola
-esquina inferior derecha- y
tu hatillo al hombro.
¡Qué lejos el horizonte!
Atrás el fracaso
del estruendo plomizo:
gente apresurada, los coches, el humo, el sudor
del suburbano, las atestadas avenidas.
Ahora el calor es un campo jaspeado de azafranes.
No importa:
Algún día tendré el mar como ventana.

Me encanta Brueguel

Me encanta Brueguel

Lo decubrí en Bruselas. Hace un par de años, en una exposición que se celebraba en esa ciudad sobre la "Factoría Brueguel", donde me enteré que la mayoríade los "Brueguel" que andan por ahí no los pintó el autor, sino que se pintaron en su taller. Claro que entonces el arte era otra cosa. Los pintores eran más artesanos que otra cosa. Quien tenía suerte se contrataba con un rico mecenas que le daba comida, alojamiento y alguna paga ( nunca tan suculenta como lo que ahora sacan las galerias con sus obras). Esto del taller estaba tan aceptado que los discípulos ( entre ellos sus hijos) no se limitaba a la copia más o menos exactas de un original de éxito, sino que aportaban su propia "variante" en cada trabajo.
El caso es que descubrí a este pintor ( a mi me da igual que sus cuadros los pintara él directamente o se limitara a dirigir los trabajos)

Brueguel y la campaña electoral. ¡Qué contraste¡
Quiero que ganen los socialistas. Me aburre Rajoy y me preocupa el PP disfrazado con piel de cordero, pero que empieza a enseñar sus pezuñas de zorro.

Que no daría hoy por pasear de nuevo la Grand Place.

La liturgia se hace drama

La liturgia se hace drama

Domingo de Carnaval. Llueve en Sevilla. Llevo esperando un par de horas que se abran las puertas de la Catedral para ver el baile de los seises.
Los orígenes del teatro occidental moderno se remontan a ceremonias muy parecidas a esta que voy a contemplar. Un acto religioso, la adoración del Santísimo, donde se incluye una breve representación dialogada ("¿A quien buscais en el sepulcro...?")o una danza.
me traslada a esa época la entrada de la procesión de músicos, las niñas cantoras y los pequeños "seises". Unos muchachos vestidos como pajes versallescos, sombrero de plumas multicolores y zapatillas de raso, jubón blanco y oro, que van a danzar tocados con sus sombreros ante el Santísimo, tocando sus castañuelas mientras las campanas de la catedral repican a gloria.

Ce n'est pas un tableaux

Ce n'est pas un tableaux

Esto no es un cuadro.
La imagen reducida, multiplicada, alterada de lo que debe ser, imagino, un cuadro que alguien pintó una vez.
Esto no es la vida.
La mala copia de la costumbre de los convencionalismos, de los comportamientos estandar (trabajar, consumir,divertirse,casarse, ver TV...)
Mientras más se acerca el momento de irse más piensa uno si está haciendo lo correcto.
Si no estarás perdiendo el tiempo.
Arruinando tu experiencia de vida.
Que pudo ser de otra manera
pero que es la que es sin decidirlo tú, sin elegirlo tú.
Qué pequeño margen de maniobra ( aquí o allí, con Ana o con Pedro, ahora o luego...)
Me parece que esto no es el cuadro.

Entre novatos anda el juego

Publicar un primer artículo en una weblog tiene mucho de iniciático. He paseado antes por excelentes páginas llenas de color, de diseño impactante, de sugerentes contenidos y de atrevidas propuestas.
Entrar en ese mundo con la extrema vulgaridad de una prueba, de un ensayo temeroso, es como asomarse a un baile de fiesta vestido de ropa de calle, pasear con tejanos desgastados entre chaqués y vestidos largos de lamé.
Asi, me siento hoy, en mi bautismo como logonauta.

Bienvenido al weblog amimanera

Bienvenido al weblog amimanera

No hay nada, para mi, más sereno que el mar.
Más vivo que el mar.
Más poderoso que el mar.
He gritado tantas veces frente al mar
mi dolor o mi alegria,
que lo sé confidente
de mis secretos más escondidos.

Yo te doy la bienvenida a esta playa
para que la disfrutes conmigo,
si tú quieres.

Un mar y una playa particulares,
hechos los dos a mi manera,
on my way,
pero que quiero compartir contigo
siempre que tú lo desees.

Auros