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Algún día tendré el mar como ventana

ATARDECER EN LA TERRAZA

ATARDECER EN LA TERRAZA Acodada en los barandales,
el cabello dorado en contraluz
con el malva que se esconde por las azoteas;
el paquete de fortuna y el mechero
al alcance de tu mano;
el olor fresco de las sábanas recien lavadas
en promiscua miscelánea fortuita
esperando la consumación de tu indolencia.
Y me pregunto en qué piensas
de espaldas a la vida,
mientras sabes que te espío,
lánguidamente abandonada entre la calle y yo,
mi adorable convecina.

1 comentario

Guineu -

auros, gracias por visitarme. Yo sigo con los versitos, la poesía me supera: soy incapaz de crear, por ejemplo, la suave epifanía de "Atardexer en la terraza".