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Algún día tendré el mar como ventana

La vida a una carta

La vida a una carta Me viene al recuerdo ahora una imagen que, seguro, compartes conmigo. Naturalmente en otra situación, otro tiempo, con otros protagonistas... Pero todos tenemos una foto de algún momento como el que ahora quiero evocar.

Un hombre o una mujer. Puede que esté llorando, puede que no. Acaba de tener una experiencia fustrante, negativa, en la que reconoce se equivovó. Levanta al aire una mirada triste y deja escapar una queja: " Ay, si la vida se jugara dos veces..."

¿Cuándo fue la última vez que lo escuchaste? Tal vez fuiste tú mismo quien lo gritara a los cuatro vientos ante un mar solitario y embravecido.

Sólo que el grito es estéril, la queja inutil. Convencete. La vida no se vive dos veces nunca. Te la juegas a una partida.

A veces, la vida te da la oportunidad de corregir el error, siquiera parcialmente, de repetir la jugada, de reintentar lo que fue un fracaso. Pero nada se borra. Anque uno estuviera dispuesto a dar media vida por que algo que hizo mal no hubiera sucedido nunca. Lo que pasó, pasó, como dice una canción.

Dios, cómo pesa a veces esta certeza terrible¡

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